Para desinfectar una esponja o estropajo sólo necesitaréis dos cosas: un cuenco o plato hondo y agua oxigenada. El proceso es muy sencillo:
– Primero se coloca el estropajo en el cuenco… a continuación se añaden unas 2-3 pulgadas de peróxido de hidrógeno (nombre técnico del agua oxigenada). Si el conversor de medidas que he utilizado no miente, 2-3 pulgadas vienen a ser 5-7,6 cms.
– Observaréis que comienzan a formarse unas burbujas blancas… esto quiere decir que las bacterias la están palmando.
– Se deja el estropajo durante algunos minutos en el recipiente. Luego se le da la vuelta, escurriéndolo a conciencia (así nos aseguramos que el agua oxigenada se absorba de forma homogénea por el objeto a desinfectar). Lo volvemos a dejar unos minutos en el bol…
– Finalmente se retira del baño de peróxido y se enjuaga a fondo, dándole un par de buenos estrujones para asegurarnos de la completa eliminación del agua oxigenada. Y ya está… de esta forma tendremos de nuevo a nuestra disposición un utensilio de cocina higiénico (y con mejor olor).
P.D: No dejes nunca los estropajos en el fregadero. Estarán en contacto constante con el agua y por lo tanto serán un medio idóneo para el crecimiento bacteriano.
Fuente: Instructables
Una pregunta: si oxigenamos las bacterias, ¿no las estamos alimentando?
Gracias por compartirlo, son procedimientos de higiene y limpieza en el hogar fácil de realizar y super económicos